La transformación educativa de Antilén:
un imposible hecho realidad

16 de octubre de 2024

En el corazón de Rengo, ha surgido un fenómeno educativo que ha beneficiado a esa localidad. Gracias a los esfuerzos mancomunados de distintos actores, entre ellos el de la Banca Ética. Se trata del Colegio Antilén, protagonista de una transformación radical: de la precariedad a tener una amplia lista de espera. René Barba, su sostenedor nos contó la historia detrás del logro

En 2019, eran solo 300 alumnos y estaban al borde de la quiebra, hoy este colegio ha florecido hasta alcanzar hoy una población de 1.200 estudiantes y ostentar una amplia lista de espera, lo cual habla de su éxito.

“Pero esto no se hubiera podido hacer sin el apoyo fundamental de Banca Ética; porque conseguir un crédito bancario es imposible para un colegio y creemos que el apoyo de ustedes, a través de este crédito para comprar el colegio fue fundamental”, explicó Barba.

La clave de este asombroso giro ha sido una filosofía educativa que valora las habilidades blandas, integrándolas en los planes y programas de estudio. Esta visión ha cultivado campeones en cueca, fútbol, básquetbol, vóleibol y natación, elevando no sólo el rendimiento deportivo sino también la calidad de vida de los estudiantes.

La infraestructura del colegio ha recibido una atención igualmente importante. Problemas críticos como desagües desconectados y un sistema eléctrico deficiente han sido resueltos, y las salas de clases, una vez relegadas a oficinas, ahora brillan con proyectores y televisores Smart TV, conectando a los estudiantes con el mundo.

La introducción de fibra óptica, una innovación en Rengo, ha sido un hito, permitiendo que, durante la pandemia, casi todos los estudiantes permanecieran conectados y participaran en clases virtuales innovadoras. Estos avances tecnológicos y pedagógicos han posicionado a Antilén como uno de los colegios más destacados de la región.

“La motivación detrás de esta inversión ha sido clara: estar en sintonía con el mundo real y generar un impacto tangible en la comunidad“, apunta René Barba, sostenedor del Colegio Antilén.

La historia del centro educativo es un testimonio del poder de la visión, la innovación y el compromiso con la excelencia educativa. Es una historia que inspira y un modelo a seguir para escuelas en todo Chile, lo que impulsa a la Banca Ética a seguir apoyando mediante la estructuración de un crédito a la medida, y la inversión de impacto a estas instituciones, que hoy, están sembrando futuro.

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